En una competición tan mediática como el mundial de futbol de selecciones, ninguna desea acabar de la manera en que lo ha hecho «la roja», al igual que en los negocios, el fracaso es algo que hay que evitar. Sin embargo, sabemos que es el precio que hay que pagar para lograr aprendizajes significativos.

Claro está que hay momentos en que debemos poner «toda la carne en el asador» para evitar el fracaso o, como dice el personaje de Gene Kranz en la película «Apolo 13», «el fracaso no es una opción».

Pero existen multitud de ejemplos de aparentes fracasos que acarrearon posteriores éxitos memorables. El investigador Manuel Elkin Patarroyo, preparando una vacuna contra la malaria, afirmó «el fracaso siempre está en la puerta del laboratorio».

Así como Ford se convirtió en un empresario de éxito tras varios intentos infructuosos, debemos afrontar los reveses con ánimo constructivo, para lo cual, el descubre las posibilidades y las enseñanzas de cada nueva situación, sean exitosas o no. Dicho con palabras de «El ejecutivo al minuto»: No existe el fracaso, solo hay resultados.